Las Estrellas Mueren - Poema






Las estrellas mueren

Las estrellas mueren siendo indiferentes
La redención no ensombrece su lenta decadencia
No conocen sus nombres, ni el de quienes las bautizaron
Sus fotones llegan a nosotros, siendo viajeros indiferentes
La frecuencia  de su crepúsculo mancha abismos sombríos.
Torres extrañas e invisibles, cuya naturaleza
Débilmente percibimos.

Somos átomos separados en un piélago de vacío
Algunas estrellas ya estaban muertas el día que nacimos
 Su luz bien podría ser testimonio
De una pretérita apatía
Apatía que colapsa en
Círculos de polvo
 Arboledas de luz, sombras, faros y ciudades secretas
Construidas una y otra vez
Con los mismos azulejos de silencio infinito.

Las agujas del tiempo, las sombras del tiempo
También les son indiferentes
A pesar de ser mortales
Tan mortales como nosotros
No sueñan con principios, ni abismos ni finales.
La vida se amontonará a sus pies
Como naufragios que temen a la oscuridad y al frío
Pero cuando (incluso) ellas perezcan
Aquella vida, de antemano condenada
Se extinguirá manchando la soledad
Con la luz carmesí violenta
De los más antiguos y colosales cataclismos.

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