Morir en Detroit - poema


Morir en Detroit

A Chris Cornell.


En cierto lugar de la montaña
Descubres que el mundo es una llanura engañosa
No hay arriba ni abajo
No hay indulgencias ni privilegios.
En cierto lugar del pensamiento, llegas al nihilismo.
En cierto lugar de la tristeza llegas a lo absurdo
Te sientes ligero por insignificancia;
Abres los ojos frente a los espejos
Y tan sólo atinas a pensar
“Pronto todo estará consumado”

Debes derrumbarte para volver a comenzar.
Pero sólo tienes una vida;
Las posibilidades, finitas y difíciles;
Sólo empeorarán
Con el inexpresivo paso de los años.

Habrá que huir antes del invierno
A una tierra estéril, sin estaciones.

¿Acaso buscamos la ruina como liberación?
¿No habrá ternura y oscuridad en el fracaso?
El umbral y su penumbra están en mi corazón
No en las paredes manchadas
No en los vagabundos del insomnio.
En la nada absoluta,
Es tan válido continuar como detenerse
Aquellos que viven y aquellos que mueren
Son exactamente lo mismo
Escombros en el palpitar del tiempo
Y el tiempo mismo es un escombro más, de
Algo que aún desconocemos.

Adentro
Una molécula grita
¡Sobrevive!
¡No importa cómo!
¡Mantente a flote!
Dale a la sombra de tus átomos
El chance de vivir hasta el último
De los Instantes,
Allá, donde a fuerza
De abandono, está condenado a morir
Incluso el más sagrado de nuestros mitos.


...
Y en ese momento
¿Qué sentirá el último de nosotros?
¿Resignación, alegría, o alguna extraña forma de
 Desconsuelo?


O. Corzo
20/09/17





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