El ojo de Saturno es un hexágono dorado
Un huracán con seis párpados y seis cataclismos
Su pupila es la corona de un viejo titan pagano
a quien nadie rinde ya
los antiguos sacrificios
Padre Saturno, la hoz romana que demacra al tiempo
y que todo lo desgasta, está sobre mi cabeza
caelus dominant
Somos sombras de viajeros que se ahogaron
Otro gigante nos sepultó en los abismos
Estrellas se derramaron en nuestro génesis
fuimos semillas de la peste,
envenenamos los mares
y devoramos las entrañas de la tierra.
El hexágono de saturno (por eso) es un saludo
Un invierno de hordas y lámparas de obsidiana
El usurpador robó tu equinoccio
y a cambio sólo te ofreció la tormenta
con rayos y alaridos en vez de cruces y espinas
Te exiliamos a un minúsculo fragmento de cielo
tú, que en un principio todo lo gobernaste.
Por eso cada vez que escuchas “los dioses han muerto”
en cualquier lengua humana
sé que sonríes con melancolía.
Comentarios
Publicar un comentario