La desesperación es una máscara
Que carece de rasgos
Se amontona en las fronteras de lo ordinario
Desdibuja todas las
jaulas y las vuelve estériles
Los hombres suplican
que su ruido mengue
Y desaparezca en los suburbios
que levantan
Sus rutinas y sus
sortilegios
La desesperación no
posee ningún color
Pero si un sonido
Es el martilleo de lo frecuente
Jaulas que se abalanzan
sobre los hombres
Cánticos sin piedad
que los enferman con lo efímero
Más allá del más
aterrador de nuestros silencios
Ignoramos su martilleo
para seguir viviendo
Ignoramos su campanada y otras veces la
confundimos
Con el más honesto de los vacíos
Conozco ese sonido temible, mejor que nadie,
la ansiedad es su rastro adentrándose en mis
huesos.
Nada de lo que yo haga
hará que olvides la desesperación
Que escondes cuando
estás solo
Cuando miras en
silencio el tejado de tu habitación
Cuando se apaga la
imaginación,
Y por un minuto de cansancio
Solo escuchas el ronquido de tu
Aparatosa respiración,
interrumpiendo
El zumbido perpetuo de
la muerte
La desesperación no es
otra cosa
Que el crujir de las estrellas
y de tus antiguos átomos
Que te recordarán eternamente
El aterrador momento
en que nacieron.
5/ago/2017
Comentarios
Publicar un comentario