Poema a Freya.


 
 
Freya es un pequeño rayo de sol durmiendo en mi costado.
Agobiante como el amor, una sonrisa muda
Inocente como una aurora, un dragón sin ataduras
un viejo Dios confiado a mí por el destino.
Tártaro y Egipto aguardan en sus sueños, cuatro mil años
de falsas ataduras, y no hay un pacto entre nosotros
distinto al de una tibia simpatía. Y mientras cae la lluvia
y ambos vemos la desnudez del cielo, a lo mejor
pensamos en nuestros antepasados, en siglos de
vigilia y compañía, de simbiosis aparente.
No domesticamos a los gatos;
probablemente ellos se resignaron a nosotros.
e ingenuamente creímos conquistar en ellos un fragmento
de la selva que dejamos.
Prisioneros de la civilización
sentimos nostalgia por nuestros demonios,
así que trajimos a uno en nuestro pecho
y decidimos amarlo para aliviar nuestro silencio.
 
 
Oscar Corzo.  6 de septiembre  del 2021

 

Comentarios