El plagio de las mil caras.

                                         


 

Hace cosa de dos semanas mi amiga Yulli Marley Cruz escribió en su facebook.

"Prohibieron la ópera Boris Godunov en Varsovia, prohibieron un curso de Dostoievski en Italia, echaron de la filarmónica de Munich al maestro de maestros, cancelaron los conciertos de la Netrevko, Plácido Domingo no puede llegar a Moscú para el concierto del 8 de marzo. ¿Qué sigue? ¿Qué se prohíba el uso de la tabla periódica de Mendeleiev en los colegios occidentales? ¿Chaikovsky tiene que ser declarado músico no grato en los teatros del mundo? ¿El ballet el cascanueces será declarado antidemocrático y antioccidental? ¿No se vuelve a enseñar el cálculo de Demidovich en las universidades? ¿Las pinturas de Chagall, Repin, Surikov, Kandinsky y Filonov tienen que ser sacadas por la puerta trasera de los museos? ¿Quemamos los libros de Tolstói por zarista, los de Dostoievski por epiléptico, los de Ajmatova por libertaria, los de Doblatov por solo tener una maleta?
Han condenado a todo un pueblo por decisiones políticas. Han satanizando una cultura de siglos y que hace parte fundamental del pensamiento universal por un conflicto con el que la gran mayoría no está de acuerdo. 
 
A la xenofobia del mundo se le dio un motivo. A todos se les cayó la careta.
Empezó la cacería de brujas. 
 
Pobre de nosotros, latinos, indios, negros, pobres, diferentes, todos nosotros también llevaremos la peor parte en todo esto. También vendrán por nosotros."
 
 
Cosa extraña; posteriormente, las siguientes personas se autoproclamaron o fueron proclamadas autoras o repitieron el texto sin mencionar a la autora original:
 
  • Laura Phoenix
  • Pedro Barrio Noya
  • Camarada Andrés. 
  • Verónica Ce. 
  • Nicolás Callejas. 
  • Julián Fernando Ruiz Roa
  • Arturo Gómez Ibarra.
  • Paco Ignacio Taibo II 
  • Fernando Buen Abad
  • Silvana Aicardo.
  • Elizabeth Itutmazian
  • Julio Vega Moreno 
  • Joaquín Ernesto González 
  • Miguel Salas Barra. 
  • La página "Raíces cubanas en Chile" 

Tengo algunas observaciones al respecto: En este blog siempre he considerado al plagio un asunto menor y absolutamente irrelevante en tiempos de internet, una traición interior más que exterior. Personalmente el 60% de las menciones del post original se me escapan o me son desconocidas y aunque existe una emocionalidad relevante en las palabras, pese a las citas y nombres que no conozco, me resulta incomprensible que otros, tal vez más ignorantes que yo, puedan apropiarse de algo de lo que no tienen total claridad.  Cada una de las personas que quiso pasar este texto como suyo, ¿conocerán las pinturas de Chagall, Repin, Surikov y Kandinsky? ¿Entenderán cada una de las referencias? Yo por ejemplo solo conozco a Kandisky; el gran corazón de mi incomodidad proviene de que sé de manera directa que en estas breves líneas se condensa la pasión de una amiga obsesionada con la cultura rusa y cuyo conocimiento al respecto es difícil de seguir para los profanos del arte como yo, conocimiento que le ha costado años de esfuerzo y sacrificio. Por eso me causa gracia esa impostura intelectual de querer venderse como conocedor a través de un texto robado. Es válido difundirlo por todos lados siempre y cuando se reconozca que la persona con el conocimiento suficiente para producirlo  ( al menos que yo conozca) se llama Marley Cruz.  Eso es todo lo que internet debería respetar. Hay una pasión y una alarma que todos compartimos por la anulación que occidente procura arrojar sobre la cultura Rusa, pero eso no implica saltarse la pequeña cortesía de reconocer el mérito ajeno.




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