
Algún día no dolerá, y por eso,
no tengo miedo.
Lo que sea que hoy es mi corazón
Mutará y se convertirá en otra cosa
El deseo se hará distinto dentro mí.
Todo cambia, incesantemente
Con la desesperación que la muerte
Impregna en los que viven.
Con sus lágrimas y sus risas, con placeres
Y amargas cicatrices de hielo.
Yo también cambio, me degenero
Y me transmuto. Soy parte de lo que ya fue
De lo que nunca será
Y también de lo que algún día será posible.
Aprendo a vivir, renunciando lentamente a
Pedazos de mí. Y por eso, no tengo miedo.
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